Proceso Lectoescritor

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Leer y Escribir

domingo, 6 de marzo de 2011

POESIAS Y POEMAS

La poesía es un texto escrito en una forma particular donde las oraciones se dividen en varios renglones llamados versos

. Los versos se agrupan en conjuntos espaciados entre sí llamados estrofas. Suele tener rima, que le da musicalidad. Cuando no hay rima entre los versos ni medida predeterminada se denominan versos libres.
La poesía es un texto escrito en una forma particular donde las oraciones se dividen en varios renglones llamados versos

. Los versos se agrupan en conjuntos espaciados entre sí llamados estrofas. Suele tener rima, que le da musicalidad. Cuando no hay rima entre los versos ni medida predeterminada se denominan versos libres.

POEMA

Hay quién piensa que las poseías son el espejo del alma. Y la verdad es que no se equivocan. Los poemas de amor pueden ser de mucho tipos, dependiendo del estado de ánimo en el que se encuentre el autor del mismo.

Hay poemas de amor que expresan sensaciones, otros emociones o pareceres. Pero en lo que todos coinciden es en que todos expresan sentimientos, variando la naturaleza de los mismos.

Y es que pueden existir poemas de amor alegres porque la persona amada está cerca o te corresponde. Quizás esperanza, porque la persona por la que tanto suspiras y la que tanto anhelas, cada día está más cerca de corresponderte. O, incluso dolor. Porque el amor puede generar sensaciones muy contrapuestas.
A continuación, hemos preparado para ti una serie de poemas de amor. Espera




EL ALBA INÚTIL

A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noctámbulas había
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los círculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Vertió el vino de Francia
en la copa vibrante.

-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Miró la flor marchita
de su frac un instante,
y evocó vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprimía la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
cedía entre su brazo
como un junco ondulante.
Después... aun más desnuda
la tuvo que en el vals,
y pensó vagamente:
Flor y mujer, vosotras
sólo duráis un baile.

-En la mano brillaba la heráldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Trémula entre los dedos fatigados, la copa
despertó una añoranza de mujeres fugaces-.

Las lámparas habían develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dejó la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorrió silencioso
los grises cortinajes,
y pensó vagamente:
¿Y de todo qué resta
tras el sensual alarde?
Sólo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideció una huella de victorias cobardes-.


ROMANCE DE LA NIÑA INOCENTE
No me la mostréis vestida
que yo la miré desnuda.
Su propia piel la ceñía
veste a su propia hermosura.
Y era de armiño su cuello
que en red de venas se azula.
Y era el sostén de sus senos
su sola forma alta y dura.
Y para el seno por joyas
los corales de sus puntas.
Y el banco raso del torso
bajando hasta la negrura
del terciopelo que al sexo
a un tiempo exhibe y oculta.
Y eran sus piernas de seda.
Y eran sus plantas menudas.
-Tan menudas que en mi mano
cupieron una por una-.
Zapatos de Cenicienta,
cómo brillaban sus uñas.

No me la mostréis vestida
que yo la tuve desnuda.


SE EXTASIABAN TUS OJOS EN LA ESPERA
Se extasiaban tus ojos en la espera
y una ola de amplia encajería
tu albo cuerpo orgulloso circuía
como circunda el mar una escollera.

Altanero pendón, alta bandera
alzada en ti por recordar la vía,
sobre el cuello y los hombros se extendía,
a un viento de pasión, tu cabellera.

Desde las duras cúpulas al blando
y oculto valle, la batalla entera
fulgió al incendio de tu boca, cuando

tras la derrota de tu cabellera,
como una lanza a un viento sin bandera,
quedó tu grito entre los dos temblando.


TU MANO
Yo no sueño con manos gentilicias
blancas como las blancas azucenas.
Albas las sueño, mas las sueño plenas
de pasión y de eróticas primicias.
Manos para los rezos impropicias.
Pálidos nidos de azuladas venas.
Manos sabias en íntimas caricias.
Manos para borrar todas las penas.
Manos que entre las uñas afiladas
guarden cruentas lujurias ignoradas.
y al mandato de sádicos fervores,
clavaran su febril concupiscencia
en la misma maniática inconsciencia
con que otras manos deshojaran flores.









POESIA DARIO JARAMILLO AGUDELO
APARICIONES
No son de carne o espíritu
tampoco son la confusa mezcla de ambas,
ni bestias ni ángeles
ni su desquiciado promedio.
Son destellos,
huecos de tiempo llenos de luz o sin ella,
galopes sobre la luna,
seres que invento y son mi vida,
entre visiones de un jardín sagrado,
formas de poesía,
milagros en metáfora de cuerpo,
metáfora incompleta sin tacto ni perfumes,
metáfora total, plenitud donde no existe el tiempo
donde no existen los efímeros tactos y perfumes que están
dentro del tiempo.

POEMAS DE AMOR I
Ese otro que también me habita,
acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo
ajeno o de ambos,
ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,
ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,
esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi
afuera,
eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,
el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el
inmotivadamente alegre,
ese otro, también te ama.

POEMAS DE AMOR II
Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo

RAFAEL POMBO



Simón el Bobito 
llamó al pastelero:
« ¡A ver los pasteles! ¡los quiero probar!»
«-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
«Ver ese cuartillo con que has de pagar».
Buscó en los bolsillos el buen
Simoncito Y dijo: «¡De veras! no tengo ni unito».

A Simón Bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
Pescando en el balde de mamá Leonor.

Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
Pero el pastelito se deshizo en breve,
Y apagó las brasas y nada comió.

Simón vio unos cardos cargando ciruelas
Y dijo: «-¡Qué bueno Las voy a coger».
Pero peor que agujas y puntas de espuelas
Le hicieron brincar y silbar y morder.

Se lavó con negro de embolar zapatos,
Porque su mamita no le dio jabón,
Y cuando cazaban ratones los gatos
Espantaba al gato gritando: ¡ ratón !

Ordeñando un día la vaca pintada
Le apretó la cola en vez del pezón;
¡Y aquí de la vaca! Le dio tal patada
Que como un trompito bailó don Simón.

Y cayó montado sobre la ternera;
Y doña ternera se enojó también,
Y ahí va otro brinco y otra pateadera
Y dos revolcadas en un santiamén.

Se montó en un burro que halló en el mercado
Y a cazar venados alegre partió,
Voló por las calles sin ver un venado,
Rodó por las piedras y el asno se huyó.

A comprar un lomo lo envió taita Lucio,
Y él lo trajo a casa con gran precaución
Colgado del rabo de un caballo rucio
Para que llegase limpio y sabrosón.

Empezando apenas a cuajarse el hielo
Simón el Bobito se fue a patinar,
Cuando de repente se le rompe el suelo





El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda,
Sombrero encintado y chupa de boda.
«¡Muchacho, no salgas!» le grita mamá,
Pero él le hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino,
Y le dijo» «¡Amigo! venga, usted conmigo,
«Visitemos juntos a doña Ratona
«Y habrá francachela y habrá comilona



Michín dijo a su mamá:
«Voy a volverme pateta,
«Y el que a impedirlo se meta
«En el acto morirá.
«Ya le he robado a papá
«Daga y pistolas; ya estoy
«Armado y listo; y me voy
«A robar y matar gente,
«Y nunca más (¡ten presente!)
Viendo que estaba ahogándose una abejita,
Una paloma tierna se precipita,
Y en una rosa que le lleva en el pico
Sálvala airosa.

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